lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Luz al final del tunel?


¿LUZ AL FINAL DEL TUNEL?

En diciembre de 2006, Juergen B Dongen, de la Universidad de Colonia afirmaba: “(casi) toda la inyección de liquidez del BCE se la ha quedado España (e Irlanda) para vivienda..” (El Economista, 11-07-2007) Ese mismo año, la noticia de que se iniciaba la construcción de 800.000 viviendas en España creaba cierta preocupación en los mercados, que se convertía en alarma cuando rumores insistentes hablaban de mas 400.000 viviendas nuevas en el stock de las inmobiliarias (R. Vergés, 11-2007).
A finales de 2007, el interbancario de Frankfurt , a la vista de que los bancos españoles debían 360.000 millones en ese mercado, cortaron el grifo, hundiendo la actividad inmobiliaria española y provocando una brusca sequía de crédito (R. Vergés 2008)

Según los datos del servicio de estudios del BBVA: Un 45% del incremento en el Valor Añadido Bruto español entre 1998 y 2007, se debió al aumento de las actividades inmobiliarias y de la construcción. Según Vergés (O.I. 10-2008) la cifra total de beneficios del ladrillo entre 2003 y 2007, fue 315.000 millones de euros.
Al centrarse la inversión en un bien de consumo a largo plazo, el aumento de PIB, y por lo tanto el consumo no se correspondía con la capacidad de producción, impulsando al alza las importaciones. El déficit por cuenta corriente llegó a alcanzar en 2007 el 9% del PIB, al nivel de USA. El comercio exterior a 2008 había acumulado una deuda de 349.213 millones € (B.E.)
A finales de 2007, la deuda  hipotecaria sumaba 1 millón de millones de euros, con un plazo de vigencia medio de 27 años. Actualmente, el compromiso de cuotas mas intereses de los españoles para los próximos veinte años se calcula en 1.500.000 millones de euros ¡El 330% de la renta de los hogares españoles. España, país de deudores!
El Gobierno, comenzó tomando medidas erráticas, como el reparto de subvenciones y ayudas sin criterio. Por miedo a las grandes fortunas y los bancos, se negó a recurrir a la imposición directa, o atajar el fraude fiscal.
El resultado, ya en 2008, era que la cómoda posición de superávit de 2007 se trasformó en un déficit de (-3,8%) y un 50% de ratio deuda publica/PIB. Estos indicadores llegaron en 2010 al 11% de déficit y una ratio deuda/PIB del 61%. 
Una vez perdido el control, y ante la presión de la Unión Europea, el Gobierno hizo recortes del gasto público en los capítulos mas sensibles: pensiones, sanidad, servicios sociales y enseñanza. Todos ellos actuaron de forma pro-cíclica, empeorando la situación de endeudamiento de la economía española y de sus cuentas públicas.  
Nos hemos detenido en estos preliminares, para que se entienda la evolución de la deuda española, sin prejuicios  norte-sur, y sin eludir responsabilidades del gobierno y gran parte de la sociedad española, que entonces surfeaba alegremente sobre la burbuja y hacía callar a los aguafiestas (que eran mas numerosos de lo que se dice) .
En esa fecha origen de los problemas, y anterior a Septiembre de 2008, la deuda pública era del 40% del PIB, y las cuentas del Estado y la Seguridad social disfrutaban de un cómodo superávit  2 % del PIB.[1] El déficit exterior, reflejo de la confusión entre inversión y consumo típica  del mercado de la vivienda, anticipaba los problemas. Déficit de productividad respecto a nuestros socios principales, producto de la aversión a la ingeniería  derivada del ridículo tamaño de las PYME, y la falta de cultura empresarial. 
Una serie de acontecimientos contribuirían a transformar una parte creciente de la deuda privada en deuda del Estado, llevando la prima de riesgo del bono español, desde los 25 puntos de 2007 hasta los 650 de inicios de 2012: La pérdida de casi cuatro millones de empleos; El frenazo al consumo con la caída en las cotizaciones fiscales; El afloramiento de las ineficiencias en obra pública y  gasto de las CC. AA; La rápida generación de déficit en los seguros públicos de desempleo; El crecimiento desorbitado de la morosidad crediticia, y las fantasías delictivas de los gestores público y privados de las Cajas de ahorro.
Sus corolarios: La deuda externa española en 2009 superaba los 450.000 millones de euros (B.E.) Se había producido la quiebra de numerosas empresas. La reducción drástica del consumo, desconfianza de los inversores y búsqueda de beneficio en las apuestas a la baja de los especuladores. 
La devaluación de los activos inmobiliarios al desinflarse la burbuja, el aumento de la morosidad por la quiebra de las economías familiares y de las empresas, y las operaciones nada claras que las Cajas de Ahorro habían llevado a cabo, afloraron la insolvencia potencial de esas instituciones. El Gobierno decidió, alternativa a la quiebra del sistema de Cajas, rescatarlas: La cifra sumó los 220.000 millones de euros. Como las disponibilidades públicas no alcanzaban, en febrero de 2012 se decidió pedir ayuda al Eurogrupo por 41.000 millones de euros.[2] El siguiente cuadro, publicado recientemente  por “gurusblog”  es muy útil para visualizar la cuantificación del rescate bancario.

INYECCIONES DE CAPITAL A CAJAS Y BANCOS:    59.130 Millones de €
ESQUEMA PROTECCIÓN DE ACTIVOS:……………    28.267   
SAREB (Deuda garantizada + Capital público)…………    48.546    
ADQUISICION ACTIVOS FINANCIEROS (FAAF)         19.342     “·
EMISIONES DEUDA BANCOS (Avaladas por el Estado)  64.112   
IMPORTE TOTAL:…………………………………… 219.397  Millones de €

Entre la cifra solicitada y los fondos utilizados hay una considerable diferencia, cubierta con deuda pública. Según Julio Rodríguez, las sucesivas subastas de deuda española se han alimentado con el recurso de los bancos españoles al BCE.  A septiembre de 2013 el saldo pasivo estimado del BCE en los bancos españoles era de mas de 180.000 millones, y el saldo de deuda pública en manos de los bancos, 220.000 mill €. A esos medios se suman los casi 50.000 millones del fondo de reserva de la Seguridad Social utilizados por el Gobierno.
En 2013, la prima de riesgo ha descendido a 220 puntos, y Bruselas y el Gobierno español alardean de haber estabilizado la situación[3]. Como dice Julio Rodríguez (30/11/2013) la persistencia de los problemas `principales  complica la salida de la crisis. El rescate ha disparado la deuda del Estado Español que podría alcanzar al 100 % del PIB a finales de 2013.
Persiste la triple crisis: Financiero-inmobiliaria; Atraso tecnológico; Y de balanza exterior. Las preferencias del inversor español reflejan una especie de alergia tecnológica; El contexto socio-cultural nos devuelve su imagen invertida, definida por la falta de acumulación de conocimientos y hábitos organizativo-empresariales, que impiden una evaluación correcta del riesgo tecnológico, y frenan la canalización productiva de la inversión.
Detrás de todos estos cuadros y cifras están los millones de dramas generados por los mas de cuatro millones de nuevos parados, una generación de jóvenes sin perspectivas, un sistema de investigación y conocimiento desmantelado, y una deuda intergeneracional para veinte años.
A la vista del relato del desastre: Elefantiasis inmobiliaria que indujo un déficit en el balance de los sectores productivos españoles; Las importaciones que alcanzan a las exportaciones al mínimo repunte o trastorno, Y se están retirando recursos necesarios para colmar el atraso tecnológico y no se vislumbra el final del desapalancamiento financiero.
¿Cuales son los recursos y capacidades con que se pretende salir del túnel?

Jose Candela, doctor en economía y miembro de “Economistas contra la crisis”
Valencia a 20 diciembre 2013.





[2] http://www.gurusblog.com/archives/importe-rescate-a-la-banca-en-espana/10/06/2013/
[3] http://economistasfrentealacrisis.wordpress.com/2013/11/17/el-rescate-de-la-banca-cierre-en-limpio-para-quien/

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